Por definición, una televisión pública debería dar un servicio público: podríamos considerar como tal la información del tiempo, del tráfico, de la Bolsa y del Parlamento, los espacios electorales gratuitos, los servicios especiales destinados a ciertos colectivos como los sordomudos, los programas educativos e incluso la emisión de noticias desde una supuesta neutralidad. Pero, ¿y los programas de entretenimiento no son un servicio público?: claro que lo son, ya que satisfacen una necesidad de ocio de la colectividad. Si esto es así, habría que apostar por programas de ese tipo que fuesen del gusto de la mayoría, o sea traerse espacios como 'Sálvame' de Tele 5 a La 1. Porque, ¿cómo explicarle a un ciudadano medio belenestebanista una hipotética situación en la que "su" televisión, la de todos que él sufraga con sus impuestos, se dedicase a programar -junto al servicio público puro y duro- sólo documentales de naturaleza, especiales del arte románico o conciertos de música clásica seguidos por apenas cuatro pelagatos?.
"¿Por qué la pasta de los contribuyentes tiene que satisfacer los gustos de un 3% de sibaritas?", podría argüir nuestro indignado seguidor de 'Sálvame'". "Tranquilo, señor, contrataremos a la Belén Esteban para La 1, pero seguiremos poniendo programas para esa minoría de estirados en La 2", podría ser la respuesta dada desde la radiotelevisión pública estatal. "Oiga, que yo pago religiosamente mis impuestos sobre lo que no recibo en negro", podría espetar a continuación nuestro ejemplar telespectador para luego añadir, tras un sonoro eructo: "Que esas personas vean sus programas especiales en algún canal de pago y nos dejen tranquilos a la mayoría, a la gente normal, que somos los que más dinero damos a la tele pública". "Pero oiga, caballero, hay que respetar también los gustos de las minorías y dar calidad", salgo entonces yo a la palestra. "¿Y quién coño es usted, señor bloguero, para imponerme a mí y a otros muchos que somos clara mayoría una calidad que no le he hemos pedido? Y ya que tanto le preocupan las minorías, ¿por qué no echan todos los partidos de fútbol del equipo de mi pueblo que está en Tercera?, ¿y por qué no retransmiten en directo las fiestas del pueblo de al lado, donde se lo pasan pipa intentando tirar un toro al agua?". "Pues no lo sé, señor, la verdad es que no tengo respuestas, disculpe que acabe este post y me retire".
Un blog personal algo abigarrado en el que se habla de física, cosmología, metafísica, ética, política, naturaleza humana, Unión Deportiva Las Palmas, inteligencia artificial, Singularidad, complejidad y un largo etcétera. Con una sección de pequeños 'Intentos literarios' y otra de sátira humorística ('Paisanaje'). Intentando ir siempre más allá del lugar común y el buenismo. Also in English: picandovoyenglish.wordpress.com
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2 comentarios:
¡Bravo!, y un apunte ¿es que los adolescentes no son parte del 'público'? porque todo producto dirigido a ellos se considera una 'petardada' una'gilipollez' o algo 'nocivo' para la juventud? Buceando en la parrilla de RTVE no he encontrado ningun programa dirigido a adoelscentes excepto si acaso series como 'Smallville' o 'Buffy Cazavampiros' (con años de antigüedad) ya hroas como las 11 de la noche
Hola Nico, me gusta este planteamiento.
¿Sabes?, yo creo que todos los opinantes de tu ejemplo tienen su parte de razón.
Dicen que la televisión tiene que formar, informar y entretener. Yo valoro mucho también esa función de entretenimiento, y "Salvame" o similares, es eso, entretenimiento.
La vida es dura y muy perra aveces, por eso entiendo que cuando uno llega fatigado a casa y se tira en el sofá, ver un documental sobre la estructura del átomo, o sobre nosequé subespecie botánica, no es lo que más apetece.
No hay veneno sino dosis, o qué actitud tengas ante la tele, qué es lo que buscas en cada momento, información, formación o entretenimiento.
También defiendo la función de entretenimiento de la tele porque es muy democrática y "casi gratuita" para la gente de a pié.
Un rato de evasión puede ser muy valioso para todos, pero especialmente para los que no tienen alternativa, por pocas posibilidades económicas, enfermedad o lo que sea.
Por eso pienso que puede ser razonable que la televisión pública pueda tratar de agradar a todos con una combinación de tipos de programas diferentes. ¿Cuánto de un tipo y cuánto de otro?. Entiendo que no debe ser fácil hacer la parrilla ideal. Yo no sabría hacer los porcentajes.
Saludos!
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