viernes, 7 de diciembre de 2012

¿Quién hizo el lazo?


"Las mismas ciudades de Galitzia que yo había conocido en ruinas en 1915 se levantaban nuevas y resplandecientes; me di cuenta de que diez años, que en la vida de un individuo constituyen un período de tiempo considerable, en la vida de un pueblo no son más que un abrir y cerrar de ojos. En Varsovia no se veía ninguna huella de que la hubiesen atravesado dos, tres o cuatro veces ejércitos victoriosos o vencidos. Los cafés resplandecían de mujeres elegantes. Los oficiales que se paseaban por las calles, esbeltos y con uniformes a medida, parecían más bien consumados actores de la corte que interpretaban el papel de soldado. En todas partes se advertía actividad y se respiraba confianza y orgullo, un orgullo justificado por el hecho de que la República de Polonia se alzaba con tanto vigor sobre los escombros de los siglos" (El mundo de ayer, Stefan Zweig).

La historia se repetiría: en septiembre de 1939, catorce años más tarde, Polonia era invadida por el ejército alemán desde el oeste y por el soviético desde el este, conforme al Pacto Ribbentrop-Molotov suscrito entre Hitler y Stalin. En la masacre de Katyn, ya en la primavera de 1940, fueron ejecutados en masa por el Ejército Rojo más de veinte mil polacos, buena parte de ellos militares pero también civiles. Muchos de esos oficiales que se paseaban ufanos en 1925 por las calles de Varsovia terminaron su vida arrojados a fosas comunes. Cada día ejecutaban de un tiro en la nuca a una media de 250, puesto que el ritmo inicial de liquidación -casi 400 diarios- se hacía muy duro para los soviéticos.

Uno de esos oficiales podría ser el esqueleto uniformado de la foto de abajo. ¿Con quién bailaría en Varsovia en 1925? ¿Quién sería su madre (¡y cómo hubiese podido vivir si alguien le hubiera puesto delante de los ojos, cuando su hijo era un recién nacido, esa espantosa imagen del futuro!)?... Las manos atadas de la imagen de arriba también podrían pertenecer a otro de esos militares. Por cierto, ¿quién le haría el nudo con que fue conducido a la fosa? ¿Qué estaría haciendo quince años atrás en Rusia el que apretó esos lazos? ¿Era un canalla o simplemente se limitaba a cumplir una orden odiosa para no correr la misma suerte a manos de sus camaradas?...
Quizá nos equivoquemos creyendo que la información -por trivial que parezca- se pierde, que la memoria se disuelve. Esa puede ser otra burla del tiempo, esa genial aplicación para surfear por el espacio e impedir que todos los sucesos del Universo sean percibidos simultáneamente.

2 comentarios:

Rafael Hidalgo dijo...

Son realidades tan desgarradoras y brutales, que cuesta creer que hayan sucedido, y más, su cercanía en el tiempo. Y qué decir del hecho de que continúan dándose.

Tremendo.

Adolfo dijo...

¿Quién hizo el lazo?, ¿Y qué sintió al hacerlo?.
Puede que fuera un soldado fanatizado por el partido, que lo hacía con la convicción de que ese enemigo de la grandeza patria debía morir. Puede que algún tipejo que disfrutaba con la sensación de poder sobre un ser humano indefenso. Pero lo más probable es que fuera un desgraciado recluta al que le costaba mirar a los ojos a los que iban a ser asesinados con su involuntaria participación.
No lo sabremos, no se harán películas de ello, ¿pero que pensaría ese soldado el resto de vida sobre su participación en Katyn?.

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