jueves, 24 de julio de 2014

Protectores ahí fuera


El otro día me encontré una especie de cochinilla reptando por el suelo de la cocina de casa. Cogí cuidadosamente al bicho con un papel (no representaba amenaza alguna para nosotros, a diferencia de un mosquito), lo llevé a la terraza y dejé que empezara una nueva vida allí. Me volvió a la cabeza un pensamiento recurrente: ese bichito nunca sabrá que lo salvó la empatía de un desconocido gigante, como acaso nosotros nunca sepamos que quizá nos estén salvando seres que podrían estar ahí fuera, incluso más allá de nuestro espacio-tiempo. ¿Tendremos protectores, dioses menores cuyos manejos desconocemos y atribuimos al azar? ¿Al final será verdad lo del ángel de la guarda?...

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