domingo, 23 de noviembre de 2014

Presentación de 'Las transmisiones. Veinticuatro lugares y una carta', de Rafael-José Díaz

José Ángel Cilleruelo, Juan José Martín Ramos, Rafael-José Díaz y yo.
Foto: Jorge Malfeito


Este pasado viernes me tocó presentar en el Ateneo de Madrid el último libro de Rafael-José DíazLas transmisiones. Veinticuatro lugares y una carta, editado por Polibea con prólogo de Alberto Ruiz de Samaniego. Lo que sigue es parte del texto que leí, mal que bien, esa noche en Los viernes de la Cacharrería, espacio literario coordinado desde hace 20 años por Miguel Losada:


El libro de Rafael consta, como bien dice en el título, de 24 pequeñas postales, la mayoría de ellas ubicadas en las islas Canarias. Unas cuantas las conozco, por lo que su lectura ha supuesto un agradable regreso a paisajes de mi infancia y juventud. Parece como si Rafael se acercara a cada uno de estos lugares -además de para huir, para olvidar, para liberarse de tensiones y fantasmas- para que le revelasen alguna verdad profunda. A veces lo hace de manera casi clandestina, a escondidas, guiado por una curiosidad por encontrar una pista o clave (caso de Geesch en Suiza o Boca Cangrejo en Tenerife; por cierto, él mismo, ¡sorpresa!, se retrata como lector de la Cábala).

La insatisfacción le aguijonea cuando no ha encontrado esa clave, esa pista en su incesante búsqueda que le permita luego volcarla en la escritura y "desembocar en la muda raíz de lo decible" (para él, la escritura no tiene otro sentido: no puedo estar más de acuerdo). El problema es la incapacidad del lenguaje no solo para crear algo sino incluso para aprehenderlo: hay algo que siempre se escapa, que no consigue transmitir la palabra. ¿Acaso baste con la insinuación, con el acercamiento?... Esta es otra fuente de frustración: qué mejor expresado que en estas palabras correspondientes a la postal de la tinerfeña Playa de las Américas: "No había ninguna palabra para vastedad como aquella". Y en todo momento está presente la perplejidad, la del alma errabunda "siempre en camino hacia ningún lugar". "No saber si estuviste alguna vez aquí, si sigues recorriendo cada noche el paseo o si es tan solo la huella de un recuerdo del viento" (dice de la localidad grancanaria de Arinaga).

A veces el lugar es testigo de un instante imborrable de dicha, un escenario de felicidad como la playa grancanaria de Guayedra: "Aquella playa era todas las playas, cada una de las playas en las que habíamos retozado". Rafael subraya las extrañas conexiones entre lugares a través del tiempo, desde un pasado idealizado como pleno a un presente que él percibe ya como vacío. Hay una obsesión suya por no violar los paisajes, por convertirlos en santuarios. "Si pudiera aprender a atravesarte en silencio, sin llevarme conmigo nada de lo que guardas" (Palm-Mar, Tenerife). "Para defenderlo de mis ansias posesivas tuve que abandonarlo rápido" (Arguamul, La Gomera). "Tuve que renunciar a él para volver siempre a él".

El libro concluye con una emotiva "carta a un joven amigo", en la que le dice que la edad es lo único que permite comprender ciertas cosas y concluye con una reivindicación del recuerdo. Literatura con oficio, con poso, que como todo intento literario serio desemboca, parafraseando al propio Rafa, "en la muda raíz de lo decible".

sábado, 15 de noviembre de 2014

Desarticulado un falso concurso-oposición a infanta de España

Un individuo de Suances ha sido detenido esta mañana en una sala recreativa de esa localidad cántabra por haber organizado un falso concurso-oposición a infanta de España, por el que llegó a cobrar tasas de inscripción a un pensionista de Huércal-Overa (Almería) y a un inmigrante ilegal nigeriano.

El detenido, un joven de 41 años aficionado al pinball y a la Play Station, colgó hace una semana en Internet la falsa convocatoria pública, en la que se requería solamente ser "mayor de edad, proactivo y de sexo preferentemente femenino" para optar a la condición de infanta de España, además de abonar en su cuenta corriente privada de Liberbank una suma de 150 euros por la inscripción. Para la valoración de méritos de la fase de concurso se establecía la experiencia en decoración de interiores y en Whatsapp, así como el par de golf. La fase de oposición constaba de una parte teórica (test psicotécnico con dos preguntas) y otra práctica, que supuestamente tendría lugar en las pistas de hielo de Xanadú (en el municipio madrileño de Arroyomolinos) el próximo mes de enero.

El pensionista almeriense, decorador de interiores jubilado y tricampeón del Torneo Nacional de Minigolf del IMSERSO, dio ayer la voz de alarma a la Policía al acercarse al Juzgado Central de lo Contencioso-Administrativo nº 1 en Madrid para impugnar el procedimiento selectivo arguyendo la supuesta arbitrariedad del mérito de experiencia en Whatsapp. 24 horas más tarde, fruto de una operación relámpago con la participación de Policía, Guardia Civil y Guardia Real, se consumaba la detención en Suances del sospechoso.

En el piso del presunto estafador se encontraron minutos después numerosas fotocopias con las preguntas del test psicotécnico (véase al final). Los 150 euros abonados por el pensionista ya han sido devueltos a su cuenta corriente. Por su parte, los del inmigrante ilegal nigeriano -que ha sido detenido hoy mismo en Conil de la Frontera (Cádiz) e ingresado en un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) a la espera de su expulsión- han sido traspasados al fondo de pensiones de Miguel Blesa. El Fiscal General del Estado ha señalado este mediodía en un comunicado que será "implacable con cualquier intento de socavar los principios del Estado democrático de derecho".

TEST PSICOTÉCNICO:
Pregunta 1:
¿Qué número sigue a esta serie: 1-2-3..?
a) 14.568,6
b) 4
c) Me llamo Coco

Pregunta 2: 
Si yo soy Epi, tú eres...
a) Romualdo Benítez Bengoechea
b) 3,14
c) Blas

lunes, 10 de noviembre de 2014

La mala educación


Me temo que las cosas no han cambiado mucho en nuestro sistema educativo en los últimos 35 años, pese a la sucesión de leyes orgánicas (desde la LODE hasta la LOMCE pasando por la LOGSE, la LOCE y la LOE). Por eso no me extraña que sigamos a la cola de Europa en este ámbito, que no es precisamente cosa menor: se trata nada menos que del fundamento del desarrollo económico y social, e incluso de la democracia, de un país.

Lamento constatar en mi hijo que la enseñanza sigue siendo esencialmente un tedioso ejercicio memorístico en el que lo que importa es, sobre todo, qué saber decir o responder en un examen (aunque no se entienda lo que se dice o responde). No se enseña a pensar, no se fomenta la creatividad, el aprendizaje ni la forja de un espíritu crítico. La diferencia con 1979 es que ahora también se memoriza en inglés, que las collejas y capones a manos de los profesores han desaparecido de las aulas y que éstas se han poblado de gadgets tecnológicos como pizarras electrónicas y tabletas. También han desaparecido prácticamente los trabajos en cartulinas, barridos por presentaciones en PowerPoint alimentadas con copipegas de Wikipedia (cuya calidad en español, por cierto, deja bastante que desear). 

El problema son los planes de estudio (emponzoñados además con la vacía e insoportable jerga de la nueva pedagogía), los profesores (mal preparados, escasamente motivados y menos reconocidos socialmente que los concursantes de Mujeres y Hombres y Viceversa) y la no implicación de los padres (a su vez relacionada con el desprecio general hacia el conocimiento y la cultura en esto que llamamos España). Todo eso marca la diferencia con Finlandia, que puede presumir de estar a la cabeza mundial en este campo (no es casual que sea al mismo tiempo uno de los países más competitivos del mundo). Encima, se han multiplicado los deberes en casa, agotando con ello a los niños y ensanchando la brecha entre quienes tienen padres que los apoyan y quienes no. En el magnífico blog de mi paisana Cristina, que es física y profesora de Primaria, se exponen muchos ejemplos de cómo siguen funcionando, por desgracia, nuestras escuelas.

Una mala programación de una asignatura o un mal profesor pueden hacer estragos al segar potenciales vocaciones de los más jóvenes. Mi profesora de Física en 3º de BUP era pésima. Y el recuerdo que tengo del libro de texto no es mejor (por cierto, ya sabemos que la calidad de un libro no es siquiera un criterio importante para ser seleccionado en España por un centro docente). La clase quedaba reducida a la simple resolución de ejercicios numéricos, no se nos enseñaba de manera inteligible y amena los principios de la Física: la asignatura podría haberse llamado perfectamente "Ejercicios matemáticos". De aquel curso salí con un embrollo de culombios y exponenciales, pero sin saber qué es la radiación electromagnética y cuál es la diferencia entre un rayo infrarrojo y uno ultravioleta.

Por supuesto, claro que ha habido y seguirá habiendo siempre excelentes profesores capaces de entusiasmar a sus alumnos pese al corsé de las programaciones y los planes de estudio. De la E.G.B. en el Colegio Claret de Tamaraceite (Gran Canaria) recuerdo muy gratamente las clases de Lengua del padre Hipólito (nos hacía redactar textos libres en los que aparecieran la docena de palabras del vocabulario del día del libro) y las de Pretecnología del padre Gilberto (con sus prácticas de electricidad, marquetería, soldadura, etc.). Y también el curso de Dibujo Técnico con don José Méndez: teníamos que hacer los planos de una casa y luego construir con ellos una maqueta (todavía conservo en la casa de mis padres en Canarias mi casita de cartón con jardín de 1982). También guardo un excelente recuerdo de las clases de Literatura de don Manuel Martín, convertido en redactor jefe del periódico escolar Tamogante (casa en lengua guanche).

Pero lo cierto es que a mí en el colegio nunca me enseñaron, por ejemplo, por qué el cielo es azul, qué es un huevo y en qué se diferencian los huevos que comemos de aquellos de los que sale un pollito. Era más importante -y parece que sigue siéndolo- saberse de memoria la definición de código, canal y acto comunicativo. Apruebas el examen y al cabo de un mes ya se te ha olvidado, seguramente porque nunca llegaste a entenderlo. ¿Qué sentido tiene esto? (que la memorización del contenido no entendido sea en inglés, como ahora, ya es el colmo del despropósito).

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