El matemático y físico británico Roger Penrose nos habla al final de su libro La nueva mente del emperador de la capacidad que aparentemente tenía Mozart de captar de golpe una compleja composición musical en su totalidad. Se nos hace imposible concebir la idea de que algo como una sinfonía, que por su propia naturaleza requiere un despliegue en el tiempo, pueda ser captado de manera instantánea como un objeto atemporal. Nos resulta no menos increíble que el célebre matemático indio Srinivasa Ramanujan pudiera visualizar de manera súbita intrincados teoremas, lo que él atribuía a su conexión con una divinidad hindú. Para Penrose, todo ello es posible gracias a la conexión de la mente con una realidad platónica trascendente e intemporal: "La consciencia es en esencia la 'visión' de una verdad necesaria".
Ayer acabó la serie Better Call Saul, precuela de Breaking Bad. Ambas series, unidas a la secuela El camino, podrían también contemplarse como un objeto coherente. A su vez, compuesto de otros objetos coherentes como los personajes. "Para la comprensión de la vida entera de un individuo necesitaríamos contemplar diversos sucesos cuya adecuada apreciación parecería requerir su actualización mental en 'tiempo real'. Pero no parece que esto sea necesario", señala Penrose.
Quién se atreve a descartar que nuestras propias vidas (al igual que las ficticias de Saul Goodman, Walter White y Jesse Pinkman) puedan ser visualizadas instantáneamente a su final como un solo objeto, con sus particulares simetrías y anfractuosidades...
No hay comentarios:
Publicar un comentario